Allí por los años 50 España no estaba atravesando uno de sus mejores momentos económicos. A pesar de esto, un estudio de mercado puso de manifiesto que los menores de 16 años se gastaban sus ahorros en caramelos.
Por otro lado estaban las madres que padecían después la dura tarea de lavar a mano todas esas manchas que dejaban esos caramelos en la ropa de sus hijos, ya fuera porque se les caía o porque se limpiaban.
Además de todo esto, los caramelos eran tan grandes que normalmente los niños no se lo podían meter en la boca, por eso se manchaban tanto.
Pues la magnífica idea se le ocurrió a Enric Bernat, un empresario, hijo de confiteros que lanzó el famoso chupa-chups y así evitar que los dulces fueran tan engorrosos.
Después de darle algunas vueltas pensó en ponerle un palito de madera y hacer los caramelos más pequeños y redondeados, por supuesto, clavados a este palito.
Nació entonces el "Chupa-Chups", dulce universal y conocido en todo el mundo.
Primero le pusieron el nombre de Chups, aunque su precio era bastante caro, una peseta.
Los niños como es lógico les llamaba muchísimo la atención, si anteriormente no les hacía falta nada para que les apeteciera un delicioso caramelo, la novedad del "Chups" era mucho mayor.
La empresa de Enric comenzó a crecer y crecer y en el año 1964 cambió de nombre a "Chupa Chups, S.A.", conservado todavía.
En los años 70, decidieron enviar nuestro chupa-chups por todo el mundo y se lanzaron en el mercado de los rusos, alemanes, japoneses, mexicanos, australianos, americanos, haciendo fans de este delicioso invento a millones de niños y mayores de todo el mundo.
Cuando los primeros chupa-chups cruzaron las fronteras, esas pequeñas bolas de caramelo con palito de madera (después se cambiaría por el plástico), llamaron mucho la atención, la aceptación fue increíble por este invento español.
La empresa sigue empleando a miles de personas en todo el mundo y sus filiales están en más de 170 países.
Nuestros chupa chups incluso han viajado al espacio ya que en 1995 la fábrica de Rusia suministró los primeros caramelos y sus destinatarios eran los astronautas a bordo de la estación espacial MIR.
Se venden unos 1.500 millones de chupa-chups al año por todo el mundo y como todos sabemos con muchos sabores, todos ellos deliciosos.
Por otro lado estaban las madres que padecían después la dura tarea de lavar a mano todas esas manchas que dejaban esos caramelos en la ropa de sus hijos, ya fuera porque se les caía o porque se limpiaban.
Además de todo esto, los caramelos eran tan grandes que normalmente los niños no se lo podían meter en la boca, por eso se manchaban tanto.
Pues la magnífica idea se le ocurrió a Enric Bernat, un empresario, hijo de confiteros que lanzó el famoso chupa-chups y así evitar que los dulces fueran tan engorrosos.
Después de darle algunas vueltas pensó en ponerle un palito de madera y hacer los caramelos más pequeños y redondeados, por supuesto, clavados a este palito.
Nació entonces el "Chupa-Chups", dulce universal y conocido en todo el mundo.
Primero le pusieron el nombre de Chups, aunque su precio era bastante caro, una peseta.
Los niños como es lógico les llamaba muchísimo la atención, si anteriormente no les hacía falta nada para que les apeteciera un delicioso caramelo, la novedad del "Chups" era mucho mayor.
La empresa de Enric comenzó a crecer y crecer y en el año 1964 cambió de nombre a "Chupa Chups, S.A.", conservado todavía.
En los años 70, decidieron enviar nuestro chupa-chups por todo el mundo y se lanzaron en el mercado de los rusos, alemanes, japoneses, mexicanos, australianos, americanos, haciendo fans de este delicioso invento a millones de niños y mayores de todo el mundo.
Cuando los primeros chupa-chups cruzaron las fronteras, esas pequeñas bolas de caramelo con palito de madera (después se cambiaría por el plástico), llamaron mucho la atención, la aceptación fue increíble por este invento español.
La empresa sigue empleando a miles de personas en todo el mundo y sus filiales están en más de 170 países.
Nuestros chupa chups incluso han viajado al espacio ya que en 1995 la fábrica de Rusia suministró los primeros caramelos y sus destinatarios eran los astronautas a bordo de la estación espacial MIR.
Se venden unos 1.500 millones de chupa-chups al año por todo el mundo y como todos sabemos con muchos sabores, todos ellos deliciosos.