Los Borja han pasado a la historia con la forma italianizada de su apellido: Borgia y por ser una familia cruel y deseosa de poder.
Eran de origen valenciano, español, y durante las fases culminantes del Renacimiento en Roma, capital de la cristiandad, fue dominada por ellos.
En 1455, Alfonso ascendió al trono papal bajo el nombre de Calixto III y aunque murió tres años después, un sobrino suyo, Rodrigo, aprovechó ese plazo para adquirir una posición de influencia en la administración papal y lo consiguió, manteniéndola bajo los tres papados siguientes hasta ser nombrado cardenal.
Rodrigo Borja era un maestro del chantaje, soborno, intriga.. hasta que fue elegido papa, con el nombre de Alejandro VI.
En aquel entonces ya eran conocidas sus andanzas amorosas de las que tuvo hasta seis hijos naturales.
Vanozza Cattanei, una bella cortesana, fue la madre de sus tres hijos más famosos: César, Juan (futuro duque de Gandía) y Lucrecia.
En los cardenales romanos de aquella época no era excepcional que tuvieran hijos. El culto a la cultura de la Antigüedad se mezclaba con la recuperación del espíritu hdonista y hasta pagano del mundo anterior al cristianismo.
Rodrigo Borgia no impulsó con su pontificado ningún cambio en el tono radical de sus predecesores. En su curso se produjeron varios episodios misteriosos que provocaron el escándalo entre los contemporáneos, entre ellos la aparición del cadáver del duque de Gandía en el Tíber y la repentina muerte del segundo esposo de Lucrecia Borgia, Alfonso de Aragón.
Sospecharon de César Borgia, al que también se le atribuía una relación incestuosa con Lucrecia.
Cuando murió Rodrigo y tras la derrota de César en su intento de fundar un nuevo Estado en la Romaña, muchos rumores se amplificaron hasta constituir una verdadera leyenda negra en torno a este linaje de los Borgia.
Resulta verdaderamente difícil distinguir lo que era verdadero de lo falso y que en todo caso respondía a objetivos propagandísticos interesados.
La historia y la leyenda rodean a esta familia a caballo entre España e Italia, con sucesos a veces muy trágicos de la gran época de cambio que fue el Renacimiento. Su memoria siempre estara marcada por leyendas de crímenes y corrupción.
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