Leyendas de "La Casa de los Picos"

Segovia - España

La ciudad de Segovia, cuenta con numerosos monumentos emblemáticos y muchas leyendas. Una de ellas es la de "La Casa de los Picos".

Esta casa tiene muchas leyendas.

Una de ellas y la más verosímil es la que atribuye la propiedad de la casa a un moro que era rico.

En 1492, con el decreto de expulsión, se tuvo que ir de su casa y del país. El nuevo propietario era un noble segoviano que no podía evitar que toda la gente conociera su propiedad como "la casa del moro", así que intentó cambiarle el nombre y la forma de hacerlo fue pedirle consejo a un buen amigo suyo que era canónigo de la catedral, el cuál le aconsejó que cambiase algo de la fachada que llamase mucho la atención para que la gente la viera distinta y así la llamarían de otra forma.

El noble mandó que cubriesen la fachada de picos en forma de diamante. A partir de ese momento consiguió que toda la gente la llamara "La Casa de los Picos".

Otra de las leyendas cuenta que bajo uno de esos pícos se encuentra un tesoro. La casa cuenta con más de 360 picos.

En otra, se cuenta la historia de Don Íñigo de la Hoz.

Don Íñigo era propietario de la casa y tuvo que partir a la guerra contra los musulmanes en Sierra Morena, durante la cual apresó a Abu-Djavar, sometiéndolo a una cruel y dolorosa tortura.

cuando volvió a su casa había quedado viudo y tenía una hija a la que puso por nombre Guiomar.

La jovencita creció y tenía un pretendiente que iba tras ella. Un buen día, el joven consiguió entrar en la casa y la dejó embarazada. Su padre al enterarse se enfureció mucho, enloqueció de furia y decidió hacer un pacto con el diablo para que la fachada se llenara de garfios y el mancebo se desgarrase al escalarla.

Pero el mancebo no acudió esa noche, envió a un criado con una nota que decía: "El padre del hijo de Guiomar soy yo, hijo de Abu-Djhavar, recibe mi venganza, perro cristiano". De esta manera estaba vengando las torturas de su padre.

Don Íñigo enfureció todavía más pensando que su sangre se había mezclado con sangre morisca.

Le contó todo lo sucedido a su confesor, que consiguió tranquilizarlo y convencerlo de que no debía de vengarse de otra venganza. Tras exorcizar la casa, los garfios que estaban saliendo se transformaron a la mañana siguiente en los picos cuadrangulares de piedra que ahora se pueden ver.

Hoy día, es la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Segovia.

Dejando atrás las leyendas, la Casa de los Picos es la mansión más famosa de Segovia por su aspecto. El escudo de armas situado sobre sus balcones indica que era propiedad de los Hoz. Portada de arco de medio punto con grandes dovelas en su interior, destacando el zaguán y el patio decorados con azulejos talaverescos reproduciendo los más importantes monumentos segovianos.