Cartago

La ciudad de Cartago era una de las más importantes de la antigüedad. Gloriosa heredera de los fenicios y señora de un gran imperio.

Pero Cartago pagó su desafío a Roma con su destrucción, fue reducida a cenizas y después, sembrada de sal.

Cartago significa "ciudad nueva", seguramente como referencia a una ciudad más antigua, la de Útica, que estaba situada en las proximidades.

Este poderoso imperio cayó en el silencio y el olvido cuando fue derrotado por Roma. 

Llegó a ser el centro de un importante imperio marítimo y tenía tratados con las más grandes potencias del momento.

El imperio dominó las aguas del Mediterráneo y las tierras del norte de África durante unos setecientos años y al igual que pasaría con los etruscos, Roma la borró del mapa.

Fue fundada en el último cuarto del siglo IX a.C., aunque la fecha siempre ha sido muy debatida, ya que son muy pocos los testimonios documentales acerca de la historia política de la ciudad.

Sus archivos desaparecieron y su extensa literatura histórica también se ha ido perdiendo. Su abundante epigrafía también es pobre en informaciones, pero del naufragio sufrido por toda la cultura cartaginesa se libraron la lengua y la religión.

Hay historias de su pasado militar que han quedado para la posteridad, como la del celebérrimo general Aníbal, que tuvo que escapar de la ciudad ante el acoso de sus enemigos internos.

Recreación de Cartago en la Epoca Romana

Cartago tenía una historia que los romanos no pudieron borrar y también algunas leyendas.

Se cuenta que Cartago fue fundada por obra de Elisa, princesa de Tiro, que había sido despojada del poder por su hermano Pigmalión.

Se vio obligada a huir de la ciudad acompañada por algunos de sus grandes dignatarios, estableciéndose en un punto de la costa norteafricana.

Después de llegar a un acuerdo con los indígenas, construyeron los primeros cimientos de la ciudad y recibieron a gentes que procedían de establecimientos fenicios cercanos y otros poblados indígenas de los alrededores.

Elisa, fue asediada por uno de los reyes locales que le pidió matrimonio para evitar la destrucción de la ciudad, pero ella optó por suicidarse y arrojarse a una hoguera.

Esta leyenda tiene algo de veracidad histórica como la composición formada mayoritariamente por aristócratas de la expedición fenicia, buenas relaciones con los lugareños, a los que debían pagar un tributo por la ocupación del territorio, así como el recuerdo de algunos rituales de la fundación.