Al atardecer del 26 de agosto de 1990, en el pequeño pueblo de Puerto Hurraco - Badajoz - Extremadura - España, se produjo un asesinato masivo por parte de unos vecinos.
En aquella masacre murieron nueve personas, además de 15 heridos.
Aquel suceso impactó a todo el país, que jamás olvidará a los "Izquierdo".
Los hermanos Izquierdo tenían constantes peleas y rencillas con la familia Cabanillas en la década de los 80. Las continuas peleas se producían por los límites de sus tierras en Puerto Hurraco.
Hermanos Izquierdo |
Jerónimo Izquierdo, el mayor de los hermanos, apuñaló hasta la muerte a Amadeo Cabanillas, que había dejado a su hermana a las puertas del altar.
Fue detenido y enviado a la cárcel.
Mientras tanto, en el pueblo se seguía alimentando el odio entre las familias.
La madre de los Izquierdo, moría en un incendio provocado en su propia casa. Los hermanos Izquierdo siempre acusaron a los Cabanillas de haber incendiado la casa y por consecuencia, haber matado a su madre.
Cuando Jerónimo salió de la cárcel volvió al pueblo dispuesto a vengar a su madre y para ello tenía que matar a Antonio Cabanillas (hermano del asesinado Amadeo).
No lo consiguió y fue ingresado en un psiquiátrico el 8 de agosto de 1986, muriendo nueve días después. Estos hechos alimentaron más todavía el odio entre las familias y sobre todo, las ansias de venganza de los Izquierdo.
Antonio Cabanillas seguía vivo, siempre negó que hubiera incendiado la casa de la madre de los Izquierdo. Fue juzgado, demostrándose que no había tenido nada que ver.
Ahora quedaban Antonio, Emilio, Ángela y Luciana Izquierdo. Las ganas de venganza de la familia y seguramente el pobre estado mental de todos, hizo que fríamente planearan una matanza escalofriante.
Prepararon las escopetas y las municiones necesarias para salir, como si sus vecinos se hubieran convertido en presas a las que tenían que dar caza. Emplearon postas, que son unos cartuchos que contienen nueve gruesos perdigones de plomo o hierro.
Antonio y Emilio Izquierdo, de 53 y 58 años, cogieron la furgoneta y entraron en el pueblo, quedándose en la salida del mismo para que nadie pudiera escapar y estuvieron esperando a que entrara la noche.
Salieron desde el callejón hasta la plaza, disparando varios cartuchos sobre cualquier persona que se les pusiera delante. En aquel momento ya les daba lo mismo que fueran de la familia Cabanillas, ellos querían acabar con toda la gente posible además de ellos.
Los vecinos eran presa fácil, se encontraban tomando el fresco en una noche más de agosto y la mayoría de ellos se encontraban en la calle, incluso los niños.
Desde un bar hicieron una llamada a la Guardia Civil, que acudió al lugar, donde también fueron heridos gravemente.
Los hermanos Izquierdo parecían poseídos por el odio y la venganza. No tuvieron miramientos ni siquiera por los niños.
El resto de vecinos se pudo esconder en sus casas, sin saber lo que hacer, ya que habían visto llegar a la Guardia Civil y también habían visto a los hermanos Izquierdo dispararles y dejarlos moribundos.
Al no encontrar a nadie más, los hermanos huyeron a la sierra.
Atrás dejaban un pueblo atemorizado, horrorizado por la matanza, con nueve muertos y unos 15 heridos graves.
Entierro de las víctimas de Puerto Hurraco |
Varias unidades de la Guardia Civil salieron a buscar a los asesinos, encontrándolos nueve horas después del suceso, durmiendo.
No ofrecieron ninguna resistencia al ser detenidos. Fueron llevados al juzgado de Castuera, bastante lejos de Puerto Hurraco, para evitar otros posibles ajustes de cuentas por parte de los vecinos.
Algunos de los heridos quedaron tetrapléjicos y en silla de ruedas para toda su vida, la desgracia se había apoderado nuevamente del pequeño pueblo.
Los hermanos Izquierdo creían que habían logrado matar a 20 personas.
El juez magistrado resaltó: "Su inteligencia, está dentro de lo normal, hecho que queda corroborado porque eran capaces de manejar un rebaño de unas mil ovejas, tenían fincas arrendadas y tienen, con las crisis que atraviesa el campo, una cartilla de 10 millones de pesetas".
Las hermanas fueron involucradas en un principio como posibles inductoras del crimen, pero dos años después fueron exculpadas al no encontrar el juez pruebas que demostraran su implicación directa en aquellos asesinatos. Las ingresaron en el hospital psiquiátrico de Mérida.
Hermanas Izquierdo - Fueron detenidas en un tren, cuando intentaban escapar. |
Luciana Izquierdo murió el 1 de febrero de 2006 en esa institución mental. Ella era considerada la verdadera inductora de los crímenes de Puerto Hurraco.
Diez meses después moría su hermana Ángela.
Emilio murió el 13 de diciembre de 2006, a los 74 años de edad. Padecía problemas de corazón y falleció por causas naturales. un funcionario lo encontró sin vida en su celda.
Al entierro acudió su hermano Antonio, que dijo delante de su tumba: "Hermano, te vas con la satisfacción de que tu madre ha sido vengada".
2 comentarios:
Desde siempre ha existido el odio entre familias, antes era por ganado o tierras, ahora es por droga y territorio.
Saludos desde lejos
Hola niñita, esta historia fue increíble, es una de las más oscuras de la crónica negra de España. Siempre impresionará por lo crueles que fueron.
Saludos
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