Un policía argentino ha confesado a la justicia de su país, cómo un grupo de agentes de su comando, incluyéndose él mismo, castraron a un hombre de 37 años.
Los hechos ocurrieron durante la dictadura militar de 1976 a 1983.
Según el periódico argentino "Clarín", la reconstrucción del crimen de Albareda es lo más destacado del juicio que se está celebrando a Luciano Benjamín Menénez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, que está encarcelado desde el 24 de julio de 2008.
Un ex policía argentino ha narrado las torturas a un traidor.
Ramón Calderón trabajaba en un campo de concentración y narró a los jueces el momento en el que sus jefes llegaron con el subcomisario Ricardo Albareda, que era sospechoso de haber colaborado con la guerrilla.
Le dieron al policía una paliza de muerte y después el oficial Telleldín le cortó la parte delantera del pantalón y tomando los testículos, se los amputó. Después se los introdujo en la boca y usando hilo y aguja, le cosió los labios. Otro militar iba echando whisky en la zona castrada mientras cosían al policía.
El ex policía dice que después "los levantó y nos dijo: ésto les va a pasar a ustedes cuando no cumplan las órdenes".
El policía Albareda murió dos horas después, mientras que los militares estaban esperando la muerte del hombre se pusieron a comer un asado a las brasas tranquilamente. Luego hicieron desaparecer el cadáver.
Telleldín murió en 1983, supuestamente en un accidente vial, pero algunos sospechan que vive escondido en la Patagonia.
Los hechos ocurrieron durante la dictadura militar de 1976 a 1983.
Según el periódico argentino "Clarín", la reconstrucción del crimen de Albareda es lo más destacado del juicio que se está celebrando a Luciano Benjamín Menénez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, que está encarcelado desde el 24 de julio de 2008.
Un ex policía argentino ha narrado las torturas a un traidor.
Ramón Calderón trabajaba en un campo de concentración y narró a los jueces el momento en el que sus jefes llegaron con el subcomisario Ricardo Albareda, que era sospechoso de haber colaborado con la guerrilla.
Le dieron al policía una paliza de muerte y después el oficial Telleldín le cortó la parte delantera del pantalón y tomando los testículos, se los amputó. Después se los introdujo en la boca y usando hilo y aguja, le cosió los labios. Otro militar iba echando whisky en la zona castrada mientras cosían al policía.
El ex policía dice que después "los levantó y nos dijo: ésto les va a pasar a ustedes cuando no cumplan las órdenes".
El policía Albareda murió dos horas después, mientras que los militares estaban esperando la muerte del hombre se pusieron a comer un asado a las brasas tranquilamente. Luego hicieron desaparecer el cadáver.
Telleldín murió en 1983, supuestamente en un accidente vial, pero algunos sospechan que vive escondido en la Patagonia.
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