James Warren Jones, más conocido como Jim Jones, fundó la secta "Templo del Pueblo" en Estados Unidos.
James, nació el 13 de mayo de 1931.
Vivió sus primeros años en Lynn - Indiana - EE.UU., pasaba mucho tiempo solo desde muy pequeño.
Con 10 años su mejor compañía era la Biblia y así poco a poco fue adentrándose en el mundo de los pastores, claro que él no iba a ser un pastor normal.
Su padre había sufrido el efecto de los gases en la I Guerra Mundial y al regresar a Lynn, se convirtió en el borracho del pueblo. James decía de él: "un viejo despreciable, un maldito racista". Al morir su padre, Jim descubrió que había sido un miembro activo del Ku Klux Klan durante muchos años.
Por otro lado, su madre Lynetta Jones, llevaba pantalones y fumaba en la calle, por lo que escandalizaba a sus vecinos a la vez que daba mucho de qué hablar en el pueblo. Se apuntó a la revista National Geographic y por las noches le contaba a su hijo antes de dormir, sus aventuras con los cazadores de cabezas del amazonas, ella decía que en una vida anterior había viajado por todo el mundo, en sus relatos contaba historias sobre el paso de las almas de un cuerpo a otro. Ella pensaba que los sueños eran anticipo de una vida futura y así se lo hizo creer a su hijo, diciéndole que estaba destinado a ayudar a los pobres.
Además de que su familia había inculcado estos pensamientos y extrañas cosas a Jim desde pequeño, el lugar donde vivían, era el Medio Oeste "El cinturón de la Biblia", llamado por algunos. Allí abundaban los predicadores blancos y Jim comenzó a los 12 años a predicar. Los sermones suyos se basaban en la maldición del infierno y sus devoradoras almas.
Ganó reputación como curandero de animales de compañía y celebraba funerales para gatos muertos, pero muchas personas ya veían el lado oscuro del joven, “Algunos de los vecinos echaban de menos a sus gatos; y creo que Jim los utilizaba en ciertos sacrificios”.
En aquellos años, atraía a niños de su misma edad hasta su casa y les hacía leer la Biblia, una y otra vez. Si los niños se negaban, no dudaba en encerrarlos durante horas.
Cuando termino sus estudios de secundaria fue a la universidad, quería estudiar medicina pero lo dejaría meses después, cambió especializándose en discursos. Se fijaba para ello en Lenin, Marx y otros grandes personajes. Se consideraba a sí mismo socialista.
Comenzó en Indiana, fundando una iglesia y posteriormente el "Templo de Jim Jones", logró atraer a muchas personas y en un principio, como pastor, ayudó a muchas de ellas. Ayudaba a los más pobres y desatendidos, uno de sus primeros feligreses dijo: “Tenía muchos seguidores. Esa clase de tipos con los que la gente normal no quiere tener nada que ver. Señoronas viejas y feas sin familia ni amigos. Se paseaba entre ellas, mimándolas y besándolas como si de verdad las quisiera. Y en la expresión de sus caras se podía ver lo que él significaba para ellas”.
Se hizo miembro del Partido Comunista en 1953, ya tenía las ideas de la "muerte revolucionaria" tras la ejecución de dos supuestos espías: el matrimonio Julius y Ethel Rosenberg. Estas muertes significában para Jim, que Estados Unidos había dejado de ser "la última y mejor esperanza de la humanidad".
El templo lo mantenía con la importación y venta de monos, que los vendía a veintinueve dólares la pieza.
No tenía problemas raciales, por lo que en su comunidad había personas de todas las razas, algo que extrañaba mucho en la ciudad donde estaba. Fundó una de las primeras congregaciones multirraciales de Estados Unidos, lo que atrajo miradas y atención de grupos radicales que lo llamaban "El amante de los negros", tirándole gatos muertos en el interior de su iglesia, rompiendo las ventanas de su casa y echándole bombas caseras en el patio. Jim no se derrumbaba, seguía y seguía.
Formó parte de la comisión Municipal contra el Racismo, adoptó a ocho niños coreanos y negros y en 1961 se codeaba con el alcalde. Recibió el premio "Martin Luther King".
En 1957 reformó una antigua sinagoga en la calle North Delaware de Indianápolis, con cincuenta mil dólares que había logrado reunir.
Se instaló allí y fundó la primera iglesia Evangélica Integral del Templo del Pueblo.
Peregrinó en la Misión de la Paz del Padre Divino, conociendo al predicador de mayor éxito entre los pobres de todo el país. con él, aprendió muchos trucos que le servirían después.
El Padre Divino tenía algunas claves como insistir incesantemente en su propia divinidad, extravagantes demostraciones del poder de la fe y convencimiento a sus adeptos. Jim empezó a utilizar todo lo que había aprendido y hacía gala de sus dotes de curandero. Organizaba sesiones "milagrosas", hacía vomitar a sus fieles hígados de pollo diciendo que se trataba de un cáncer maligno o levantaba a otros de sus sillas de ruedas, personas sanas completamente, pero aparentando sufrir parálisis total, también hacía creer que tenía poderes de adivinación del pensamiento, de esa manera sorprendía a todos.
Llevó a su familia a Brasil, a trabajar durante dos años como misioneros. Allí conoció a marxistas, añadiendo más pensamientos y filosofía a su evangelio “cambio social a través del amor cristiano”.
Cuando iba de regreso, conoció la Guyana Británica, sitio que después se convertiría en JonesTown.
Las aspiraciones que tenía Jim se quedaban cortas en el lugar donde hasta ese momento habían permanecido, por lo que quiso ir más allá, para poder ampliar su templo y adeptos, para ello tenía que irse a un lugar más progresista.
Y así lo hizo, viajó al valle de Redwood, cercano a Ukiah - California. Transportó a cientos de sus fieles en autobús recorriendo toda la costa, algunos decidieron no seguirle pero otros se vieron obligados a vender todas sus posesiones para seguir a su pastor, algo que les costaría muy caro, ya que a partir de ese momento eran dependientes absolutos de Jim Jones y su Templo.
Abrió comedores de caridad, centros de asistencia diurnos y no dudaba en ayudar a quien pudiera, todo ello empezó a servirle incluso políticamente.
Su congregación ya contaba con miles de miembros y eso era una gran cualidad en elecciones para conseguir otras cosas.
Jim Jones ofreció dirigir a todos sus feligreses hacia el que ocupara el cargo público, desde el Gobernador del Estado de California hasta el Fiscal del Distrito, por lo que el agradecimiento hacia el pastor de los políticos era muy grande.
Conoció al alcalde de San Francisco y a otros muchos políticos de ámbito nacional.
A partir de ese momento Jim utilizaba su influencia para conseguir tratos preferenciales para su congregación en agencias de Seguridad Social y ante otras autoridades, en juzgados, construcción de viviendas y otras muchas cosas más.
Poco después conoció a Tim Stoen, un joven abogado recién casado con su novia Grace. En aquellos momentos el joven abogado estaba muy desilusionado por el asesinato de John F.Kennedy en 1963 y buscaba alguna forma "revolucionaria" de ejercer su trabajo.
Jim le prometió eso y mucho más, incluso el puesto de ayudante del Fiscal del Distrito de San Francisco, aunque todo ello tenía un precio, su reciente esposa Grace. Años después, el 25 de enero de 1972, Tim tuvo a su primer hijo o eso ponía en su certificado de nacimiento, aunque en una declaración jurada dijo él mismo que había pedido a Jim que engendrara a su hijo “con la esperanza de que el susodicho niño se convirtiera en un devoto seguidor de las enseñanzas de Jesucristo y sea el instrumento para dar comienzo al Reino de Dios en la tierra, tal como ha procurado iniciarlo su maravilloso padre natural”. Como testigo de la declaración actuó Marceline, la mujer de Jones; Grace, la madre, no contó para nada en todo el asunto.
No fue la única vez que Jim se metía entre las relaciones de un matrimonio, al contrario, era algo que utilizaba para ejercer más poder, empleaba el sexo y debilitaba las relaciones de pareja, así conseguía atarlos todavía más firmemente al Templo del Pueblo. Una de sus secretarias llevaba un diario especial de citas y las jovencitas sentían honor de satisfacer los caprichos sexuales del pastor. Él mismo alardeaba con mucho orgullo de ese poder, diciendo que poseía una potencia, aguante y energía sobrehumana. Llegó a visitar a un psiquiatra para consultarle algún remedio y así controlar su libido.
El contacto carnal tenía que ser con miembros de la congregación, no se permitía el contacto con "extraños", además de que todas las relaciones de los feligreses tenían que tener el visto bueno del pastor.
Tuvo al menos tres hijos con sus fieles, siendo el sexo uno de los temas más recurrentes durante las discusiones de la Comisión de Planificación del Templo, que era un organismo especial compuesto por varias decenas de miembros blancos de clase media y mayor nivel cultural. Estas reuniones terminaban a altas horas de la noche, las relaciones comunitarias cada vez eran más libres y Jim cada vez más paranoico.
No quería perder poder y en 1975 comenzó a perderlo. Elmer y Deanna Mertle era un matrimonio de recién casados que habían sido captados por Jim en 1968 en el Valle de Redwood, allí la pareja encontró un buen ambiente, amistad y un compañerismo que los hacía sentirse mejor que nunca. Por lo que decidieron irse con Jim, para ello vendieron su casa y se mudaron a una granja que el pastor les había buscado, también les proporcionó trabajo. Esta pareja formaba parte de la poderosa e importante Comisión de Planificación, pero todo cambió un día en el que su hija pequeña fue azotada por haber cometido una infracción del reglamento de la comunidad y esto hizo que la pareja se terminara de cansar y se marchara. Aunque no fue fácil, dos de sus hijos vivían en casas de otros miembros de la comunidad y estaban más atados a ellos que sus propios padres. La pareja tampoco tenía nada, ya que todo lo que habían ganado y creado durante cinco años en los que no tuvieron contacto con el mundo exterior, era propiedad absoluta del templo.
La madre de Elmer los ayudó y les traspasó una residencia de ancianos muy rentable que poseía en Berkley y les prestó dinero para que pudieran comprar una casa.
Cuando la pareja avisó a Jim de que definitivamente habían decidido abandonar, éste les envió a un grupo de feligreses de la comisión para intentar disuadirlos, sin obtener resultados, por lo que el pastor los amenazó con manchar la reputación de Elmer acusándole de ser un pervertido que acosaba a los menores de edad, ellos no se dieron por vencidos y dijeron que contarían todo a la prensa.
Finalmente consiguieron desvincularse de Jim cambiándose de nombre y depositando en una caja fuerte secreta, declaraciones juradas relatando las actividades secretas del pastor.
Jim no se quedó ahí y en sus prédicas acusaba a los Mertle de “haberse vendido por un puñado de tarjetas de crédito y un bonito coche”. Los amigos influyentes que tenía Jim le aseguraron de que ningún desertor tendría la credibilidad suficiente para poder hacerle daño, pero aun así, el pastor creía que habían intervenido su línea telefónica y que le perseguían agentes encubiertos del FBI.
Su primera práctica suicida la hizo en 1976, cuando obligó a todos sus feligreses a tomar un vaso de veneno, el que intentaba escapar lo cogían y así obligaron a todos a beber. Casi una hora después Jim les dijo que era la única manera de demostrar que tenían devoción por él y daba las gracias por la prueba a la que habían sido sometidos. Jim llamaba a estos ensayos de suicidios "Noches Blancas". No fue el primer ni el último ensayo, hizo varios y en todos ellos sus seguidores bebían el supuesto veneno.
La policía iba tras la pista del pastor, los periódicos publicaban artículos en su contra y la gente empezó a querer luchar en contra del Templo del Pueblo, sobre todo después de uno de sus sermones en el que tiró una Biblia al suelo, sus feligreses no daban las gracias a Dios, sino a Jim Jones.
La pareja Mertle también comenzó a luchar contra la institución y el pastor, denunciaron los hechos que habían presenciado, los abusos sexuales y físicos. En las revistas se acusaba al pastor de extorsión, malversación y chantaje, sacando a la luz muchas pruebas.
En aquellos tiempos Tim Stoen seguía siendo el consejero legal de Jones, años antes se había separado de su mujer y el niño había quedado en tutela de su verdadero padre Jim Jones. Tim le explicó que Grace tenía el caso ganado en los tribunales y que le obligarían a transferir la tutela del pequeño a su madre natural, sobre todo tras escuchar el testimonio de los Mertle sobre los abusos y extrañas costumbres de su "padre adoptivo".
La única manera de eludir este juicio y que le quitaran la custodia de su hijo era sacarlo a otro país, ya que en el extranjero se demoraría. Lo que hizo que Jim Jones se fuera junto a todos sus seguidores hacia sudamérica. Allí fundó Jonestown, en Guyana, lugar que en 1974 había arrendado por un millón de dólares.
Más de 900 personas fueron con el pastor a un nuevo lugar, una nueva ciudad que era creada para empezar "algo grande", donde "nadie los iba a molestar".
Allí comenzaron las mayores atrocidades de Jim Jones. Abusos sexuales, torturas a niños y adultos, cada vez se iba volviendo más oscura la mente del pastor.
Tim Stoen poco tiempo después abandonó el Templo del Pueblo en Guyana, volviendo con su mujer. Los dos emprendieron una lucha por recuperar a su hijo, pero tal y como él mismo le había aconsejado a Jim, esto se demoraría mucho tiempo.
Para entrar en Jonestown había que entregar todas las posesiones que tuvieras al Templo.
Las prácticas y pensamientos de Jim cada vez eran más peligrosos. Unos cuantos de ellos se emborracharon en una tarbena de Georgetown, antes de llegar a Jonestown, embarcaron para subir al río y una de las ferigresas tuvo una aventura con uno de los marineros. Tanto la chica como todos los demás habían cogido una borrachera de ron. Jim se enfureció y cuando todos llegaron a la colonia, castigó a los dos: los desnudó y exibió en una cancha de basquetball ante todos los ferigreses, después le ordeno a un negro que violara y sodomizara a la chica delante de todos, después también ordenó que se hiciera lo mismo con el chico.
En Jonestown, el pastor se encontraba mucho más seguro que en la ciudad y convirtió el lugar en algo parecido a un campo de trabajo, con una disciplina de hierro. Prohibió las relaciones eventuales, celibato para todas las parejas serias que quisieran formar un hogar estable, excepto Jim, que podía hacer lo que quisiera. Se instalo en una cabaña con dos de sus amantes, cerca de la de su mujer. Una jóven que se negó a las insinuaciones de Jim, fue internada drogada en un hospital, por las noches la llevaban junto al pastor. El médico que ayudó en estas barbaridades a Jim, también disfrutó de atenciones amorosas con jovencitas.
En Jonestown se daban palizas diariamente para castigar infracciones menores, si algún hombre le hacía cualquier insinuación a una mujer se redoblaba el castigo. A los adultos se les obligaba a pelearse entre sí hasta "el triunfo de la justicia" o se les azotaba, también se les apaleaba.
A los niños se le daban hasta setenta y cinco golpes, todo ello ante un micrófono a las dos de la mañana, sus gritos se podían escuchar en todo el campamento por los altavoces.
A uno de los niños lo enterraron vivo durante 24 horas dentro de una caja metálica, a otros los bajaban en un cubo hasta el fondo de un pozo y allí los sumergían en el agua lodosa, también los lanzaban desnudos a una zanja y les vaciaban encima toda clase de bichos e insectos, incluso serpientes y escorpiones, si se movían podían ser mordidos o picados, se les colgaba también de los brazos, desnudos, y les echaban cubos de agua helada para después aplicarles toque eléctricos en el vientre, ano y testículos.
La crueldad de Jim Jones iba en aumento, llegó a decir que en una ocasión había matado a un ladrón que intentó entrar en su cabaña y con su cuerpo preparó un guiso para todos su fieles.
Los ferigreses trabajaban muy duro en los campos desde primera hora de la mañana hasta que oscurecía, mientras el pastor estaba en su cabaña drogado y censurando las noticias que llegaban desde San Francisco. Sólo permitía que se diesen noticias que él consideraba apropiadas para la comunidad. Amañaba y tergiversaba la información que llegaba del mundo exterior.
En su locura y estado continuo drogado, estaba convencido de que un grupo de la CIA estaba preparado para atacar al campamento en poco tiempo. Creó un grupo de guardianes armados y puestos de vigilancia en todo el recinto, aunque lo que realmente estaba evitando era que alguno de sus fieles escapara. Les había sustraido a todos los documentos, pasaportes y bienes, por lo que era imposible que escaparan.
A Estados Unidos llegaron las noticias de todo lo que estaba haciendo el pastor y su secta con todos los seguidores, por lo que enviaron una comisión de investigación.
A la cabeza de esta investigación estaba el congresista Leo J. Ryan, acompañado de periodistas y otros disidentes de la secta.
Jim intentó impedir esta visita pero no pudo, así que se le ocurrió hacer una gran fiesta donde el ambiente era de la más absoluta armonía y felicidad, aplaudiendo todos de forma frenética al congresista y resto de visitantes. Jim decía: "Aquí hay gente que cree que esto (la colonia) es lo mejor que jamás le haya pasado en la vida".
Sin embargo, esta visita no iba a quedar así ya que a la mañana siguiente, antes de que el congresista regresara a los EE.UU., el ambiente había cambiado. Hubieron muchos integrantes de la secta que le pidieron a Ryan viajar con él y abandonar la colonia.
Jim era drogadicto desde hacía muchos años, por lo que cada vez su estado emocional era más agresivo. Al ver lo que estaba sucediendo considero que era una traición imperdonable. "No pueden irse, ustedes son mi pueblo", gritó con desesperación a los que querían irse.
Finalmente, el congresista volvía a su país sin llevarse a nuevos disidentes, pero nunca llegaría, ya que tanto él como sus acompañantes, fueron asesinados por orden de Jim, a balazos algunos de ellos y a quemarropa, cuando intentaban coger una avioneta, el congresista fue apuñalado además por uno de los miembros de la secta.
A partir de ese momento, Jim sabía que ya no podría estar tranquilo, que lo perseguirían.
El 18 de noviembre de 1978, hicieron una reunión donde se encontraban todos los integrantes de la secta, menos Tim Carter, que lo habían enviado a hacer un recado. Cuando llegó escuchó lo que Jim iba a hacer con todos sus seguidores.
Les dijo que no podrían escapar, porque donde fueran serían persequidos, que nadie los iba a entender y que merecían morir tanto ellos como sus hijos en la más absoluta paz y armonía, también les decía "La muerte sólo es el tránsito a otro nivel" y "Esto no es un suicidio, sino un acto revolucionario".
Mientras, otros integrantes prepararon un ponche de uva, al que añadieron cianuro.
Los primeros en perecer fueron los niños y jóvenes, que iban bebiendo la pócima mortífera como si de un zumo se tratara, después todos los demás.
Según Tim Carter, muchos de ellos fueron obligados. Él pudo ver como moría su esposa y cómo los matones obligaron a beber a su hijo de dos años la pócima.
Al menos 913 personas fallecieron aquel día de noviembre, entre ellos habían 250 bebés, niños y jóvenes.
Jim Carter fue encontrado con una bala en la cabeza.
También encontraron una cinta magnetofónica oculta que había grabado cada minuto del masivo suicidio, años después fue comercializada.
Lo que nunca sabremos, es si esas personas que perecieron aquel fatídico día, sabían que no era uno de tantos ensayos y que iban a morir junto a sus hijos, esposos, esposas.. de esa manera tan cruel.
James, nació el 13 de mayo de 1931.
Vivió sus primeros años en Lynn - Indiana - EE.UU., pasaba mucho tiempo solo desde muy pequeño.
Con 10 años su mejor compañía era la Biblia y así poco a poco fue adentrándose en el mundo de los pastores, claro que él no iba a ser un pastor normal.
Su padre había sufrido el efecto de los gases en la I Guerra Mundial y al regresar a Lynn, se convirtió en el borracho del pueblo. James decía de él: "un viejo despreciable, un maldito racista". Al morir su padre, Jim descubrió que había sido un miembro activo del Ku Klux Klan durante muchos años.
Por otro lado, su madre Lynetta Jones, llevaba pantalones y fumaba en la calle, por lo que escandalizaba a sus vecinos a la vez que daba mucho de qué hablar en el pueblo. Se apuntó a la revista National Geographic y por las noches le contaba a su hijo antes de dormir, sus aventuras con los cazadores de cabezas del amazonas, ella decía que en una vida anterior había viajado por todo el mundo, en sus relatos contaba historias sobre el paso de las almas de un cuerpo a otro. Ella pensaba que los sueños eran anticipo de una vida futura y así se lo hizo creer a su hijo, diciéndole que estaba destinado a ayudar a los pobres.
Además de que su familia había inculcado estos pensamientos y extrañas cosas a Jim desde pequeño, el lugar donde vivían, era el Medio Oeste "El cinturón de la Biblia", llamado por algunos. Allí abundaban los predicadores blancos y Jim comenzó a los 12 años a predicar. Los sermones suyos se basaban en la maldición del infierno y sus devoradoras almas.
Ganó reputación como curandero de animales de compañía y celebraba funerales para gatos muertos, pero muchas personas ya veían el lado oscuro del joven, “Algunos de los vecinos echaban de menos a sus gatos; y creo que Jim los utilizaba en ciertos sacrificios”.
En aquellos años, atraía a niños de su misma edad hasta su casa y les hacía leer la Biblia, una y otra vez. Si los niños se negaban, no dudaba en encerrarlos durante horas.
Cuando termino sus estudios de secundaria fue a la universidad, quería estudiar medicina pero lo dejaría meses después, cambió especializándose en discursos. Se fijaba para ello en Lenin, Marx y otros grandes personajes. Se consideraba a sí mismo socialista.
Comenzó en Indiana, fundando una iglesia y posteriormente el "Templo de Jim Jones", logró atraer a muchas personas y en un principio, como pastor, ayudó a muchas de ellas. Ayudaba a los más pobres y desatendidos, uno de sus primeros feligreses dijo: “Tenía muchos seguidores. Esa clase de tipos con los que la gente normal no quiere tener nada que ver. Señoronas viejas y feas sin familia ni amigos. Se paseaba entre ellas, mimándolas y besándolas como si de verdad las quisiera. Y en la expresión de sus caras se podía ver lo que él significaba para ellas”.
Se hizo miembro del Partido Comunista en 1953, ya tenía las ideas de la "muerte revolucionaria" tras la ejecución de dos supuestos espías: el matrimonio Julius y Ethel Rosenberg. Estas muertes significában para Jim, que Estados Unidos había dejado de ser "la última y mejor esperanza de la humanidad".
El templo lo mantenía con la importación y venta de monos, que los vendía a veintinueve dólares la pieza.
No tenía problemas raciales, por lo que en su comunidad había personas de todas las razas, algo que extrañaba mucho en la ciudad donde estaba. Fundó una de las primeras congregaciones multirraciales de Estados Unidos, lo que atrajo miradas y atención de grupos radicales que lo llamaban "El amante de los negros", tirándole gatos muertos en el interior de su iglesia, rompiendo las ventanas de su casa y echándole bombas caseras en el patio. Jim no se derrumbaba, seguía y seguía.
Formó parte de la comisión Municipal contra el Racismo, adoptó a ocho niños coreanos y negros y en 1961 se codeaba con el alcalde. Recibió el premio "Martin Luther King".
En 1957 reformó una antigua sinagoga en la calle North Delaware de Indianápolis, con cincuenta mil dólares que había logrado reunir.
Se instaló allí y fundó la primera iglesia Evangélica Integral del Templo del Pueblo.
Peregrinó en la Misión de la Paz del Padre Divino, conociendo al predicador de mayor éxito entre los pobres de todo el país. con él, aprendió muchos trucos que le servirían después.
El Padre Divino tenía algunas claves como insistir incesantemente en su propia divinidad, extravagantes demostraciones del poder de la fe y convencimiento a sus adeptos. Jim empezó a utilizar todo lo que había aprendido y hacía gala de sus dotes de curandero. Organizaba sesiones "milagrosas", hacía vomitar a sus fieles hígados de pollo diciendo que se trataba de un cáncer maligno o levantaba a otros de sus sillas de ruedas, personas sanas completamente, pero aparentando sufrir parálisis total, también hacía creer que tenía poderes de adivinación del pensamiento, de esa manera sorprendía a todos.
Llevó a su familia a Brasil, a trabajar durante dos años como misioneros. Allí conoció a marxistas, añadiendo más pensamientos y filosofía a su evangelio “cambio social a través del amor cristiano”.
Cuando iba de regreso, conoció la Guyana Británica, sitio que después se convertiría en JonesTown.
Las aspiraciones que tenía Jim se quedaban cortas en el lugar donde hasta ese momento habían permanecido, por lo que quiso ir más allá, para poder ampliar su templo y adeptos, para ello tenía que irse a un lugar más progresista.
Y así lo hizo, viajó al valle de Redwood, cercano a Ukiah - California. Transportó a cientos de sus fieles en autobús recorriendo toda la costa, algunos decidieron no seguirle pero otros se vieron obligados a vender todas sus posesiones para seguir a su pastor, algo que les costaría muy caro, ya que a partir de ese momento eran dependientes absolutos de Jim Jones y su Templo.
Abrió comedores de caridad, centros de asistencia diurnos y no dudaba en ayudar a quien pudiera, todo ello empezó a servirle incluso políticamente.
Su congregación ya contaba con miles de miembros y eso era una gran cualidad en elecciones para conseguir otras cosas.
Jim Jones ofreció dirigir a todos sus feligreses hacia el que ocupara el cargo público, desde el Gobernador del Estado de California hasta el Fiscal del Distrito, por lo que el agradecimiento hacia el pastor de los políticos era muy grande.
Conoció al alcalde de San Francisco y a otros muchos políticos de ámbito nacional.
A partir de ese momento Jim utilizaba su influencia para conseguir tratos preferenciales para su congregación en agencias de Seguridad Social y ante otras autoridades, en juzgados, construcción de viviendas y otras muchas cosas más.
Poco después conoció a Tim Stoen, un joven abogado recién casado con su novia Grace. En aquellos momentos el joven abogado estaba muy desilusionado por el asesinato de John F.Kennedy en 1963 y buscaba alguna forma "revolucionaria" de ejercer su trabajo.
Jim le prometió eso y mucho más, incluso el puesto de ayudante del Fiscal del Distrito de San Francisco, aunque todo ello tenía un precio, su reciente esposa Grace. Años después, el 25 de enero de 1972, Tim tuvo a su primer hijo o eso ponía en su certificado de nacimiento, aunque en una declaración jurada dijo él mismo que había pedido a Jim que engendrara a su hijo “con la esperanza de que el susodicho niño se convirtiera en un devoto seguidor de las enseñanzas de Jesucristo y sea el instrumento para dar comienzo al Reino de Dios en la tierra, tal como ha procurado iniciarlo su maravilloso padre natural”. Como testigo de la declaración actuó Marceline, la mujer de Jones; Grace, la madre, no contó para nada en todo el asunto.
No fue la única vez que Jim se metía entre las relaciones de un matrimonio, al contrario, era algo que utilizaba para ejercer más poder, empleaba el sexo y debilitaba las relaciones de pareja, así conseguía atarlos todavía más firmemente al Templo del Pueblo. Una de sus secretarias llevaba un diario especial de citas y las jovencitas sentían honor de satisfacer los caprichos sexuales del pastor. Él mismo alardeaba con mucho orgullo de ese poder, diciendo que poseía una potencia, aguante y energía sobrehumana. Llegó a visitar a un psiquiatra para consultarle algún remedio y así controlar su libido.
El contacto carnal tenía que ser con miembros de la congregación, no se permitía el contacto con "extraños", además de que todas las relaciones de los feligreses tenían que tener el visto bueno del pastor.
Tuvo al menos tres hijos con sus fieles, siendo el sexo uno de los temas más recurrentes durante las discusiones de la Comisión de Planificación del Templo, que era un organismo especial compuesto por varias decenas de miembros blancos de clase media y mayor nivel cultural. Estas reuniones terminaban a altas horas de la noche, las relaciones comunitarias cada vez eran más libres y Jim cada vez más paranoico.
No quería perder poder y en 1975 comenzó a perderlo. Elmer y Deanna Mertle era un matrimonio de recién casados que habían sido captados por Jim en 1968 en el Valle de Redwood, allí la pareja encontró un buen ambiente, amistad y un compañerismo que los hacía sentirse mejor que nunca. Por lo que decidieron irse con Jim, para ello vendieron su casa y se mudaron a una granja que el pastor les había buscado, también les proporcionó trabajo. Esta pareja formaba parte de la poderosa e importante Comisión de Planificación, pero todo cambió un día en el que su hija pequeña fue azotada por haber cometido una infracción del reglamento de la comunidad y esto hizo que la pareja se terminara de cansar y se marchara. Aunque no fue fácil, dos de sus hijos vivían en casas de otros miembros de la comunidad y estaban más atados a ellos que sus propios padres. La pareja tampoco tenía nada, ya que todo lo que habían ganado y creado durante cinco años en los que no tuvieron contacto con el mundo exterior, era propiedad absoluta del templo.
La madre de Elmer los ayudó y les traspasó una residencia de ancianos muy rentable que poseía en Berkley y les prestó dinero para que pudieran comprar una casa.
Cuando la pareja avisó a Jim de que definitivamente habían decidido abandonar, éste les envió a un grupo de feligreses de la comisión para intentar disuadirlos, sin obtener resultados, por lo que el pastor los amenazó con manchar la reputación de Elmer acusándole de ser un pervertido que acosaba a los menores de edad, ellos no se dieron por vencidos y dijeron que contarían todo a la prensa.
Finalmente consiguieron desvincularse de Jim cambiándose de nombre y depositando en una caja fuerte secreta, declaraciones juradas relatando las actividades secretas del pastor.
Jim no se quedó ahí y en sus prédicas acusaba a los Mertle de “haberse vendido por un puñado de tarjetas de crédito y un bonito coche”. Los amigos influyentes que tenía Jim le aseguraron de que ningún desertor tendría la credibilidad suficiente para poder hacerle daño, pero aun así, el pastor creía que habían intervenido su línea telefónica y que le perseguían agentes encubiertos del FBI.
Su primera práctica suicida la hizo en 1976, cuando obligó a todos sus feligreses a tomar un vaso de veneno, el que intentaba escapar lo cogían y así obligaron a todos a beber. Casi una hora después Jim les dijo que era la única manera de demostrar que tenían devoción por él y daba las gracias por la prueba a la que habían sido sometidos. Jim llamaba a estos ensayos de suicidios "Noches Blancas". No fue el primer ni el último ensayo, hizo varios y en todos ellos sus seguidores bebían el supuesto veneno.
La policía iba tras la pista del pastor, los periódicos publicaban artículos en su contra y la gente empezó a querer luchar en contra del Templo del Pueblo, sobre todo después de uno de sus sermones en el que tiró una Biblia al suelo, sus feligreses no daban las gracias a Dios, sino a Jim Jones.
La pareja Mertle también comenzó a luchar contra la institución y el pastor, denunciaron los hechos que habían presenciado, los abusos sexuales y físicos. En las revistas se acusaba al pastor de extorsión, malversación y chantaje, sacando a la luz muchas pruebas.
En aquellos tiempos Tim Stoen seguía siendo el consejero legal de Jones, años antes se había separado de su mujer y el niño había quedado en tutela de su verdadero padre Jim Jones. Tim le explicó que Grace tenía el caso ganado en los tribunales y que le obligarían a transferir la tutela del pequeño a su madre natural, sobre todo tras escuchar el testimonio de los Mertle sobre los abusos y extrañas costumbres de su "padre adoptivo".
La única manera de eludir este juicio y que le quitaran la custodia de su hijo era sacarlo a otro país, ya que en el extranjero se demoraría. Lo que hizo que Jim Jones se fuera junto a todos sus seguidores hacia sudamérica. Allí fundó Jonestown, en Guyana, lugar que en 1974 había arrendado por un millón de dólares.
Más de 900 personas fueron con el pastor a un nuevo lugar, una nueva ciudad que era creada para empezar "algo grande", donde "nadie los iba a molestar".
Allí comenzaron las mayores atrocidades de Jim Jones. Abusos sexuales, torturas a niños y adultos, cada vez se iba volviendo más oscura la mente del pastor.
Tim Stoen poco tiempo después abandonó el Templo del Pueblo en Guyana, volviendo con su mujer. Los dos emprendieron una lucha por recuperar a su hijo, pero tal y como él mismo le había aconsejado a Jim, esto se demoraría mucho tiempo.
Para entrar en Jonestown había que entregar todas las posesiones que tuvieras al Templo.
Las prácticas y pensamientos de Jim cada vez eran más peligrosos. Unos cuantos de ellos se emborracharon en una tarbena de Georgetown, antes de llegar a Jonestown, embarcaron para subir al río y una de las ferigresas tuvo una aventura con uno de los marineros. Tanto la chica como todos los demás habían cogido una borrachera de ron. Jim se enfureció y cuando todos llegaron a la colonia, castigó a los dos: los desnudó y exibió en una cancha de basquetball ante todos los ferigreses, después le ordeno a un negro que violara y sodomizara a la chica delante de todos, después también ordenó que se hiciera lo mismo con el chico.
En Jonestown, el pastor se encontraba mucho más seguro que en la ciudad y convirtió el lugar en algo parecido a un campo de trabajo, con una disciplina de hierro. Prohibió las relaciones eventuales, celibato para todas las parejas serias que quisieran formar un hogar estable, excepto Jim, que podía hacer lo que quisiera. Se instalo en una cabaña con dos de sus amantes, cerca de la de su mujer. Una jóven que se negó a las insinuaciones de Jim, fue internada drogada en un hospital, por las noches la llevaban junto al pastor. El médico que ayudó en estas barbaridades a Jim, también disfrutó de atenciones amorosas con jovencitas.
En Jonestown se daban palizas diariamente para castigar infracciones menores, si algún hombre le hacía cualquier insinuación a una mujer se redoblaba el castigo. A los adultos se les obligaba a pelearse entre sí hasta "el triunfo de la justicia" o se les azotaba, también se les apaleaba.
A los niños se le daban hasta setenta y cinco golpes, todo ello ante un micrófono a las dos de la mañana, sus gritos se podían escuchar en todo el campamento por los altavoces.
A uno de los niños lo enterraron vivo durante 24 horas dentro de una caja metálica, a otros los bajaban en un cubo hasta el fondo de un pozo y allí los sumergían en el agua lodosa, también los lanzaban desnudos a una zanja y les vaciaban encima toda clase de bichos e insectos, incluso serpientes y escorpiones, si se movían podían ser mordidos o picados, se les colgaba también de los brazos, desnudos, y les echaban cubos de agua helada para después aplicarles toque eléctricos en el vientre, ano y testículos.
La crueldad de Jim Jones iba en aumento, llegó a decir que en una ocasión había matado a un ladrón que intentó entrar en su cabaña y con su cuerpo preparó un guiso para todos su fieles.
Los ferigreses trabajaban muy duro en los campos desde primera hora de la mañana hasta que oscurecía, mientras el pastor estaba en su cabaña drogado y censurando las noticias que llegaban desde San Francisco. Sólo permitía que se diesen noticias que él consideraba apropiadas para la comunidad. Amañaba y tergiversaba la información que llegaba del mundo exterior.
En su locura y estado continuo drogado, estaba convencido de que un grupo de la CIA estaba preparado para atacar al campamento en poco tiempo. Creó un grupo de guardianes armados y puestos de vigilancia en todo el recinto, aunque lo que realmente estaba evitando era que alguno de sus fieles escapara. Les había sustraido a todos los documentos, pasaportes y bienes, por lo que era imposible que escaparan.
A Estados Unidos llegaron las noticias de todo lo que estaba haciendo el pastor y su secta con todos los seguidores, por lo que enviaron una comisión de investigación.
A la cabeza de esta investigación estaba el congresista Leo J. Ryan, acompañado de periodistas y otros disidentes de la secta.
Jim intentó impedir esta visita pero no pudo, así que se le ocurrió hacer una gran fiesta donde el ambiente era de la más absoluta armonía y felicidad, aplaudiendo todos de forma frenética al congresista y resto de visitantes. Jim decía: "Aquí hay gente que cree que esto (la colonia) es lo mejor que jamás le haya pasado en la vida".
Sin embargo, esta visita no iba a quedar así ya que a la mañana siguiente, antes de que el congresista regresara a los EE.UU., el ambiente había cambiado. Hubieron muchos integrantes de la secta que le pidieron a Ryan viajar con él y abandonar la colonia.
Jim era drogadicto desde hacía muchos años, por lo que cada vez su estado emocional era más agresivo. Al ver lo que estaba sucediendo considero que era una traición imperdonable. "No pueden irse, ustedes son mi pueblo", gritó con desesperación a los que querían irse.
Finalmente, el congresista volvía a su país sin llevarse a nuevos disidentes, pero nunca llegaría, ya que tanto él como sus acompañantes, fueron asesinados por orden de Jim, a balazos algunos de ellos y a quemarropa, cuando intentaban coger una avioneta, el congresista fue apuñalado además por uno de los miembros de la secta.
A partir de ese momento, Jim sabía que ya no podría estar tranquilo, que lo perseguirían.
El 18 de noviembre de 1978, hicieron una reunión donde se encontraban todos los integrantes de la secta, menos Tim Carter, que lo habían enviado a hacer un recado. Cuando llegó escuchó lo que Jim iba a hacer con todos sus seguidores.
Les dijo que no podrían escapar, porque donde fueran serían persequidos, que nadie los iba a entender y que merecían morir tanto ellos como sus hijos en la más absoluta paz y armonía, también les decía "La muerte sólo es el tránsito a otro nivel" y "Esto no es un suicidio, sino un acto revolucionario".
Mientras, otros integrantes prepararon un ponche de uva, al que añadieron cianuro.
Los primeros en perecer fueron los niños y jóvenes, que iban bebiendo la pócima mortífera como si de un zumo se tratara, después todos los demás.
Según Tim Carter, muchos de ellos fueron obligados. Él pudo ver como moría su esposa y cómo los matones obligaron a beber a su hijo de dos años la pócima.
Al menos 913 personas fallecieron aquel día de noviembre, entre ellos habían 250 bebés, niños y jóvenes.
Jim Carter fue encontrado con una bala en la cabeza.
También encontraron una cinta magnetofónica oculta que había grabado cada minuto del masivo suicidio, años después fue comercializada.
Lo que nunca sabremos, es si esas personas que perecieron aquel fatídico día, sabían que no era uno de tantos ensayos y que iban a morir junto a sus hijos, esposos, esposas.. de esa manera tan cruel.
0 comentarios:
Publicar un comentario