Annelies Marie Frank, conocida como Anna Frank, nació en Fráncfort del Meno - Hesse - Alemania, el 12 de Junio de 1929 y falleció en un campo de concentración de Bergen - Belsen - Baja Sajonia - Alemania, en un día de Marzo de 1945.
Ana Frank, hija de Otto Heinrich Frank (12-05-1889/19-08-1980) y Edith Hollander (16-01-1900/06-01-1945), tenía una hermana mayor que ella, Margot Frank (16-02-1926/09-03-1945)
De una familia de patriotas alemanes que habían participado en la I Guerra Mundial, era una niña judia-alemana que junto a su familia tuvo que mudarse a Amsterdam huyendo de los nazis.
Cuando Ana cumplió los 13 años, el 12 de Junio de 1942, recibió un cuaderno pequeño que le había pedido a su padre unos días antes. Lo había señalado en una vitrina, era un libro de autógrafos, empastado en tela de cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura en el frente.
Ana tenía decidido utilizarlo como un diario y empezó a escribir en él casi el mismo día en el que se lo regalaron.
Se describía a ella misma, a su familia, su vida en el colegio y en casa. Ana siempre había hechado en falta tener una amiga de esas que se dícen "amigas del alma", así que empezó a escribir en su diario como si lo hiciera a su amiga imaginaria a la que llamaba Kitty.
Cada vez que escribía comenzaba con "Querida Kitty". Realmente se refería a Kathe Zgydie, una compañera de estudios a la que afectuosamente a llamaban "Kitty".
En su diario, Ana escribía en forma de cartas todo lo que le ocurría en su vida diaria. Sus amigos, las clases, los lugares que le gustaban de su vecindario y también empezaba a mostrar la simpatía que tenía con algunos chicos. Como cualquier niña empezaba a sentir atracción por los niños, mostrando en sus cartas una forma de vida típica de una niña de su edad.
En el diario también empezó a escribir los cambios que iba notando con la ocupación alemana y lo que ella sentía, su punto de vista, cartas en las que detallaba la presión a la que estaban sometidos y de momento otras cosas que nada tenían que ver.
Lo que más impacta de este diario es el hecho de que una niña, con toda su inocencia, pensando en cosas de chicas típicas empezara a contar al mismo tiempo lo que iba viendo y cómo iban cambiando las cosas, como por ejemplo, cuando escribió acerca de las estrellas que tenían que llevar todos los judíos en público, persecuciones o restricciones a la población judia.
Ana y su familia vivían como podían, siempre con el temor de las llamadas a los campos de trabajo, hasta que un día de Julio de 1942, su hermana Margot Frank de 15 años, recibió ese temido aviso ordenándole que se presentara para la deportación hacia uno de ellos.
En aquel momento a Ana la informó su padre Otto, de un plan que había preparado junto a sus empleados de mayor confianza y que conocía también su madre y hermana desde hacía no muchos días, era esconderse.
Eso es lo que hicieron, se escondieron en la Achterhuis, situada en un viejo edificio en el Prinsengracht, un canal en el lado occidental de Amsterdam y cuya puerta estaba escondida detrás de una estantería. El edificio principal estaba situado a una manzana de Westerkerk, típico de los barrios del oeste de Amsterdam.
Se trasladaron el 9 de Julio de 1942 y toda la familia se mudo al escondite, dejando su casa desordenada para hacer pensar a la Gestapo que había sido abandonada de manera súbita, rápida. Su padre dejaría una nota en la que daban a entender que se habían escapado a Suiza.
Tuvieron que hacer el traslado de varios kilómetros a pié, ya que los judios no podían utilizar los medios de transporte públicos, se pusieron mucha ropa, una encima de la otra, para poder llevarse el máximo de prendas encima y no portar maletas para no ser descubiertos.
La Achterhuis es una palabra holandesa que significa huis-casa y achter-más atrás. Tenía tres pisos en la parte trasera del edificio con acceso a un patio detrás de las oficinas de Opekta.
La puerta de achterhuis la cubrieron con una estantería para taparla y que no se pudiera ver. Anna llamaba a esta puerta como el "anexo secreto".
Victor Kugler (kraler), Johannes Kleiman (Koophuis), Miep Gies y Elisabeth "Bep" Voskuijl, eran los únicos empleados que sabían que la familia Frank estaba escondída y junto a Jan, esposo de Gies y Johannes Hendrik Voskuijl, padre de Voskuijl, eran los que ayudaban a la familia de Ana a sobrevivir en el escondite.
Eran las únicas personas a las que veían que tuvieran que ver con el mundo exterior. Cada vez que íban a verlos los abastecían de comida y cosas necesarias para la supervivencia y seguridad, cosa que cada vez les resultaba más difícil a medida que iba pasando el tiempo, al mismo tiempo los informaban de los eventos políticos y últimas noticias de la guerra.
Ane escribió en su diario sobre estas personas que estában ayudándoles, cómo se esforzaban para mantenerlos animados y la familia Frank incluyendo a la misma Ana, sabían el riesgo que corrían esas personas, ya que dar refugio a judíos se penaba en aquel momento con la muerte.
A las dos o tres semanas de estar escondidos se les unió la familia de van Pels (Van Daan): Hermann, Auguste y Peter de 16 años. En noviembre llegaría Fritz Pfeffer (Albert Dussel), dentista y amigo de la familia. Eran un total de ocho personas escondidas.
En un principio Ana estaba encantada e ilusionada de tener a más personas con las que poder hablar y distraerse de ese confinamiento al que estaban sometidos. Todo esto duro poco tiempo y empezaron los problemas entre unos y otros. Ana compartía habitación con Pfeffer, a la que veía insoportable, se peleó con Auguste van Pels, que lo veía fuera de sus cabales y la relación con su madre también se resintió, ella se llevaba mejor con su padre, con el que mantenía largas conversaciones, sin embargo, con su madre sentía que no tenía casi nada en común, la veía muy abstraída.
En alguna ocasión también discutió con su hermana Margot, pero eran discusiones de adolescentes que no llegaban a nada.
Ana seguía estando muy unida a su padre, al que le contaba sus sueños, lo que quería hacer cuando pudieran salir del escondite, los lugares que deseaba visitar.
Como cualquier niña de su edad, empezó a sentir algo por Peter, lo veía muy gentil, comenzaba a saber lo que podía llegar a ser el amor hacia otra persona.
Ana escribía y escribía en su diario, pasaba todo el tiempo leyendo, estudiando y plasmando sus ideas en las cartas. Es curioso el cambio que se iba produciendo en ella con el paso del tiempo en todos los aspectos. Era muy reservada con muchos temas, como los sentimientos, creencias, ambiciones, no hablaba con nadie de ello, sólo algunas cosas con su padre. Ella se sentía más cómoda escribiendo, se sentía más segura, hablaba de sus creencias en Dios, naturaleza humana. Adquirió mucho conocimiento en los poco más de dos años en los que estuvo en el escondite por leer tantos libros.
Su última anotación la escribió el 1 de Agosto de 1944.
La mañana del 4 de Agosto de 1944, la policía (Grüne Polizei), siguiendo una pista de un informador que nunca fue identificado, asaltó la achterhuis. El sargento de la SS, Karl Silberbauer de la Sección IVB4 del Servicio de Seguridad (SD) y al menos dos policías más, acabaron con las esperanzas de la familia Frank y sus compañeros, de permanecer en el escondite hasta que pasara la guerra.
Los sacaron del escondite, fueron introducidos en camiones y trasladados para ser sometidos a interrogatorios. Miep Gies y Bep Voskuijl pudieron marcharse, pero Victor Kugler y Johannes Kleiman fueron encarcelados, la familia Frank no fue liberada.
Fueron Miep y Bep los que regresaron después a la achterhuis y encontraron las anotaciones de Ana desparramadas por el suelo, las recogieron junto a varios álbumes de fotos de familia y los guardaron, pensaban devolvérselo a ana cuando acabase la guerra.
Los llevaron a una casa de un campo en Westerbork, era un sitio de tránsito por el que hasta ese momento habían pasado más de 100.000 judíos.
El 2 de Septiembre de 1944, fueron deportados junto a su grupo al campo de concentración de Auschwitz (hoy al sur de Polonia). Tardaron tres días en llegar, donde fueron separados según sexo. No se volverían a ver nunca más.
De los 1.019 pasajeros que íban en el tren, 549 (incluyendo niños menores de 15 años), fueron seleccionados directamente y enviados a la cámara de gas, para ser asesinados.
Ana se salvó porque había cumplido 15 años tres meses antes. Todos los que habían estado en la achterhuis sobrevivieron a esa elección, aunque Ana siempre pensó que su padre había sido asesinado ese primer día.
Ana, junto al resto de mujeres que no habían sido seleccionadas para ser asesinadas en la cámara de gas, fueron obligadas a permanecer desnudas y ser desinfectadas, trámite que hacían siempre en los campos de concentración. Le raparon la cabeza y le tatuaron un número de identificación en el brazo.
Por el día, las mujeres realizaban trabajos forzados y por la noche las hacinaban en barrancones frigoríficos, por lo que era muy fácil contraer enfermedades de forma rápida. Ana no tardó mucho tiempo en tener la piel llena de costras.
El 28 de Octubre del mismo año, comenzó la selección de reubicación de mujeres. Iban a ser trasladadas más de 8.000 mujeres, entre ellas, Ana Frank, Margot Frank, Auguste van Pels, hacia Bergen-Belsen.
La madre de Ana, Edith Frank, no fue trasladada.
En Bergen-Belsen, levantaron tiendas para acoger a la gran afluencia de prisioneros, entre ellos estaban Ana y su hermana. El índice de mortalidad era muy alto, ya que cuanta más población había, más rapidamente se propagaban las enfermedades.
Ana hizo amistades durante un breve periodo de tiempo con dos amigas, Hanneli Pick Goslar (llamada "Lies" en el diario) y Nanette Blitz, que sobrevivieron a la guerra.
Ellas, contaron como Ane, desnuda, salvo por un trozo de manta, les explicó que estaba infestada de piojos, se había despojado de sus ropas.
Sus amigas la describían como calva, demacrada, temblorosa, muy enferma, pero siempre preocupada por su hermana Margot, cuyo estado parecía que era más grave que el de Ana. Ellas no llegaron a conocer a Margot, ya que permanecía en su litera, estaba demasiado débil. Y Ana les dijo que estaban solas porque sus padres habían muerto.
En marzo de 1945, el tifus llegó al campo de concentración. Fue una epidemia que se propagó rapidamente, acabando aproximadamente con la vida de 17.000 personas.
Algunos testigos dícen que Margot, muy enferma, no murió a causa de su estado, si no porque se cayó de su litera y el golpe causó su muerte. Pocos días después moría Ana.
Hay relatos que dícen, que Ana, antes de morir, salió al exterior y se apoyó en un árbol justo antes de morir.
También hay otras leyendas o realidades, que dícen que se puso su abrigo de color rojo que tanto le gustaba, ya que íba en los últimos tiempos desnuda a causa de sus costras y enfermedad. En este relato insisten en que salió con ese abrigo rojo y murió apoyada en un árbol.
Lo que es seguro, es que falleció unos días después que su hermana.
La suerte no estuvo con ninguna de las dos hermanas, ya que pocos días después de que fallecieran, el campo de concentración era liberado por las tropas británicas, el 15 de abril de 1945.
De las ocho personas que vivieron en la achterhuis, incluida Ana, sólo sobrevivió su padre.
Ana y Margot Frank - Fallecieron en el mes de marzo de 1945 en Bergen-Belsen.
Edith Hollander (madre de Ana) - Murió el 6 de Enero de 1945 en Austwitz-Birkenau.
Herman Van Pels - Fue gaseado nada más llegar a Auschwitz-Birkenau, el 06-09-1944.
Auguste (Esposa de Herman) - Murió entre el 9 de abril y el 8 de mayo de 1945, en Alemania o Checoslovaquia.
Peter (Hijo de ambos) - Murió el 5 de mayo de 1945 en el campo de concentración de Mauthausen - Austria, después de ser trasladado andando desde Auschwitz.
Friedrich Pfeffer (el dentista) - Murió el 20 de diciembre de 1944 en el campo de concentración de Neuengamme.
Johannes Kleiman y Victor Gustav Kugler, socios comerciales de Otto Frank, que ayudaron a Ana y su familia mientras permanecieron escondidos, fueron arrestados por ayudarlos y sentenciados a realizar un Arbeitseinsatz (servicio de trabajo) en Alemania, sobrevivieron a la guerra.
El padre de Ana, Otto Frank, tenía la esperanza de que sus dos hijas hubieran sobrevivido, ya que sabía que su mujer había muerto, pero la cruz roja le informó de que sus dos hijas no lo habían conseguido.
Fue entonces cuando Miep Gies, le entregó el diario de su hija. Tras leerlo, Otto quedó impresionado por la constancia de su hija escribiendo día a día todo lo que habían vivido en el escondite.
Ana expresaba en su diario que quería ser escritora, así que su padre empezó a repasar sus cartas, quitando algunas cosas como por ejemplo, las partes en las que Ana no hablaba bien de su madre (se disgustaba mucho con ella) o su floreciente sexualidad.
Finalmente y después de varios intentos, el Diario de Ana Frank, fue publicado en Holanda en 1947, bajo el título "Het Achterhuis" (La casa de atrás). A partir de ese momento, fue reimpreso, traducido en muchos idiomas, ha recibido premios y está considerado como toda una reliquia del Holocausto, que muestra los pensamientos más intimos de una niña, en su paso hacia la adolescencia, con sus ilusiones y miedos, familia, compañeros y deseos más profundos y cómo, se cortó su vida, al igual que los más de 6 millones de judíos que fallecieron en el mayor genocidio de toda la historia de la humanidad, el Holocausto.
El diario de Ana Frank, te acerca al Holocausto desde otro punto de vista.
0 comentarios:
Publicar un comentario