Hiram Bingham llegaba a las ruinas del
Machu Picchu el 24 de junio de 1911. El profesor norteamericano publicó un año después un artículo muy extenso en el National Geographic con el que convenció a la Universidad de Yale de invertir en el estudio multidisciplinario de los hallazgos que había hecho.
Se sacaron de Perú más de 46.000 piezas de material arqueológico para estudiarlos.
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Ayudante de Hiram Bingham,
en la cueva bajo del
Templo del Sol, en 1911 |
Del los otros restos y objetos de valor no se sabe si por saqueos e incendios sucedidos en el siglo XVI desaparecieron, lo que sí que es seguro, es que la universidad norteamericana posee miles de piezas que ahora se ha comprometido a devolver.
Machu Picchu o "Montaña Vieja" fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1983 y también fue declarada en 2007 como una de las nuevas siete maravillas del mundo.
Los Incas levantaron un milagro de la ingeniería y la arquitectura inca a mediados del siglo XV en los Andes Centrales, al sur del país, pero los peruanos no han podido disfrutar todavía de ese legado o herencia de sus ancestros.
Finalmente, la universidad norteamericana de Yale ha garantizado que se compromete a devolver la totalidad de las piezas que tiene y documentos que testifican esa civilización tan compleja, rica y sobre todo, increíble y misteriosa.
Alan García, presidente de Perú, ha confirmado en televisión que Yale ha decidido "entregar en su totalidad todos los bienes, fragmentos y partes". El presidente ha expresado que tiene la esperanza de que la Universidad de Cusco se convierta en la próxima depositaria de esos objetos de tanto valor.
También ha reconocido que la Universidad de Yale ha conservado esas piezas que de otra manera seguramente se hubieran desperdigado en colecciones privadas por todo el mundo o tal vez hubieran desaparecido, así como el estudio que se ha hecho a lo largo de todos estos años, que también tiene un considerable valor.
Los primeros restos serán devueltos a Perú en 2011 y en un máximo de dos años, esas reliquias incas volverán a su lugar, cien años después.
En realidad, gracias a los estudios se han podido conservar y hemos podido saber algo más de todas esas piezas que tienen un valor incalculable para la historia.