Si miramos los libros de historia de hace más de un siglo, no encontraremos nada que tenga que ver con los Hititas, ya que los conocemos desde hace ese tiempo, hasta ese momento, no se sabía nada de ellos.
Sin embargo, los Hititas construyeron un grandioso imperio en la península de Anatolia, fueron los que pusieron en jaque a los egipcios y también estuvieron relacionados con la Troya homérica.
Su legislación fue benévola y peculiar.
A los Hititas los conocimos gracias a Charles Félix Tesier, que en el año 1834, descubrió las ruinas de una antigua ciudad cerca de la aldea turca de Bogazköy (que fue Hattusa). Después otros arqueólogos han ido aportando luz a este pueblo tan olvidado y misterioso.
Aunque todavía faltan muchas cosas por saber, poco a poco se fueron conociendo detalles de su pueblo y costumbres y en la actualidad hemos logrado saber mucho de ellos.
No se conoce todavía la procedencia de este pueblo. Su lengua era la indoeuropea y se establecieron en una amplia región del centro de Anatolia (actual Turquía), sobre el año 1900 a.C.
Al parecer, su nombre se debe a la capital del reino, Hattusa, que al poco tiempo de ser conquistada se convirtió en la capital del reino.
En los testimonios arqueológicos, los hititas se denominan a sí mismos nesitas, por otra ciudad que se llama Nesa.
Igual de enigmática que es su procedencia, es su desaparición, sobre el año 1200 a.C.. Se ha relacionado el fin del pueblo hitita con invasiones exteriores como la de los llamados "Pueblos del Mar".
Los arqueólogos hallaron múltiples tablillas de barro cocido, donde hay textos escritos en una lengua que logró descifrarse en los años de la Primera Guerra Mundial.
Con esos conocimientos se pudo reconstruir la historia política del Imperio Hitita.
Algunos de sus soberanos fueron. Telipinu, Mursili, Suppiluliuma, Hattusili y su mujer, que fue reina Puduhepa.
Los restos monumentales en sus ciudades, sobre todo en Hattusa reflejan el poderío de estos reyes.
La historia del reino hitita se divide en tres grandes periodos: el Reino Antiguo (1650-1500 a. C.) o primera expansión, el Reino Medio (1500-1430 a. C.), etapa de relativa decadencia, y el Reino Nuevo, donde alcanza su mayor poderío.
Los hititas estuvieron siempre amenazados por sus pueblos vecinos, con multitud de guerras y enfrentamientos, además de expediciones en las que los hititas utilizaron con maestría sus armas de bronce y carros de guerra, que fueron decisivos para romper las lineas enemigas en las ofensivas.
Muchos de esos pueblos, como los amurritas o Mittani, fueron anexionados al imperio hitita. Después hubieron otros como los gasgas, que fueron uno de los más peligrosos para los hititos, hasta tal punto que en al menos en dos ocasiones consiguieron arrasar con Hattusa, la capital hitita.
En 1274 a.C., Muwattali II se alzó victorioso sobre Egipto en Qadesh, pese a que Ramsés II quiso presentar la batalla como si fuera a ser un triunfo seguro para los egipcios.
Al parecer, los hititas tuvieron como aliada a la famosa ciudad de Troya en el momento en el que se produjo la campaña griega que narra Homero en la Ilíada.
Todavía quedan muchas cosas por conocer de los hititas, poco a poco irán ocupando páginas en los libros de historia, pero hasta entonces, los hititas son un imperio olvidado y enigmático.
0 comentarios:
Publicar un comentario