Entre los ríos Tigris y Éufrates nació en Sumer hace cinco mil años una técnica que cambiaría para siempre la historia de la humanidad: La Escritura.
Los sumerios hicieron que el leer y escribir fuera algo fundamental. La educación de sus hijos no podía ser otra, tenían que aprender esta técnica que hoy día sigue siendo imprescindible y que gracias a ellos ha cambiado tanto el curso de nuestra historia.
Los sumerios desarrollaron este arte de la mano de sus escribas hace miles de años, en Mesopotamia.
Los escribas aprendían en las escuelas esta técnica.
«He recitado mi tablilla, he desayunado, he preparado mi nueva tablilla, la he llenado de escritura, la he terminado; después me han indicado mi recitación y, por la tarde, me han indicado mi ejercicio de escritura. Al terminar la clase he ido a mi casa. He hablado a mi padre de mi ejercicio de escritura, después le he recitado mi tablilla y mi padre ha quedado muy contento… Cuando me he despertado, al día siguiente, por la mañana muy temprano, me he vuelto hacia mi madre y le he dicho: dame mi desayuno, que tengo que ir a la escuela».
Los sorprendente de estas líneas es que fueron escritas hace casi cinco mil años en el país de Sumer, aunque al leerlas nos parezcan actuales.
Esta tablilla quizás sea uno de los primeros testimonios de aprendizaje del que está considerado como uno de los mayores logros de la historia de la humanidad: La escritura.
Sobre el año 3200 a.C., se inventaría esta revolucionaria técnica, desarrollada plenamente y la cual tenía fines religiosos y mágicos.
La escritura pasó a formar parte de la sociedad en Sumer como algo necesario y fundamental.
Las tablillas que se han hallado y que son las más antiguas contenían registros en los que los Sumer controlaban los gastos y los ingresos de los templos de las ciudades, con listados de animales, mercancías y personas.
Es por ello que la escritura se relaciona con el nuevo modelo de vida urbana que se desarrolló en Mesopotamia a finales del IV milenio a.C.
En un principio, era una escritura pictográfica que se basaba en dibujos de distintos objetos y figuras, pero poco a poco fueron creando un sistema de signos más estilizados denominados cuneiformes. Después aparecerían los primeros sistemas alfabéticos conocidos sobre el siglo XIV a.C.
"Cuneiforme" es un término que proviene de la forma de cuña "cuneus" (en latín) y se presentaba mediante la incisión del cálamo en la tablilla de arcilla.
El oficio de escriba llegó a ser uno de los más respetados y con mejores opciones para el futuro profesional de los súmeros. El aprendizaje de este oficio era muy duro y los escribas tenían que pasar por unos entrenamientos muy exigentes, pero después obtenían sus frutos, ya que la escritura se había consolidado como medio de cultura y contabilidad, siendo imprescindible para la sociedad.
Siempre ha existido el tópico de que los escribas mesopotámicos eran hombres y que además, eran una minoría.
Los arqueólogos han ido encontrando desde finales del siglo XIX, numerosos conjuntos de tablillas enterradas y al estudiar los textos, se ha podido saber que hacían referencia a unas mismas personas o temas, por lo que seguramente se habían juntado para hacer algún tipo de archivo. Eso no significa que fueran los únicos escribas ni que esos textos fueran los únicos existentes.
Muchos de esos archivos quedaron sepultados desde la antigüedad por alguna catástrofe como destrucciones de ciudades o incendios, es por ello que conservan la disposición y el contenido de cuando estaban en uso.
Además de estos archivos, los escribas tenían bibliotecas. En Mesopotamia se han encontrado más de medio millón de textos escritos sobre tablillas. Seguramente quedan muchas más, ya que esa cantidad es muy poca cuando hablamos de al menos tres mil años de historia en los que se sucedieron muchas civilizaciones y todas ellas a partir de los sumerios plasmarían en ellas su propia historia con la técnica de la escritura.
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