También llamada bubónica o muerte negra, tenía unos síntomas desconocidos para la época. Murieron miles de personas en Europa sin que se pudiera hacer practicamente nada. Comenzaban con bubones que crecían en el cuello, axilas o ingle y unas manchas de color oscuro en la piel, todos los enfermos manifestaban esos síntomas de una enfermedad que los mataba y desconocían: la "Peste".
Todo comenzó en 1347, cuando unos comerciantes hacían escala en Sicilia después de una expedición mercantil que los había llevado a un puerto del Mar Negro.
Volvían a Génova y algunos de ellos ya presentaban síntomas de una enfermedad desconocida y que al parecer, habían contraído por el contacto con unos soldados mongoles del interior de Asia.
Aquella terrible y extraña enfermedad era la "peste bubónica", llamada así por los bubones o ganglios que salían en el cuello, ingles, o axilas y "peste negra", por las placas o manchas que salían por la piel de color negro azulado.
La peste en la Biblia de Toggenburg (1411) |
La peste fue una pandemia que no se pudo parar, se contagió de una persona a otra por toda Europa, causando la muerte aproximadamente a la tercera parte de toda la población del continente.
Por medio de los puertos del Mediterráneo penetró también hacia el interior de España, Francia, Italia, Alemania... por todos los países de Europa. Ninguna región de la Europa Occidental ni el Magreb se libró de aquella pandemia mortal que tenía un poder destructivo desconocido y sin precedentes en toda la historia conocida.
Pueblos, aldeas, tierras de cultivo, todo quedaba abandonado y las ciudades veían cómo morían más de la mitad de sus habitantes.
No importaba que el enfermo fuera de clase alta, ni monarcas, ni religión, la "gran mortandad", como también fue llamada, no entendía de religiones ni clases, acababa con sus vidas sin que conocieran un remedio ni nada que pudiera evitarlo.
Alfonso XI, rey de Castilla, otros reinos como los del norte de África y reinos musulmanes del sur de España también se vieron contagiados y apresados por la muerte.
Muchos interpretaron la peste como un "castigo de Dios por los pecados de los hombres", otros como el fenómeno de una conjunción astrológica o lo peor, fue culpar a los judíos de haber envenenado los ríos y aguas, lo que causaría muchas represalias contra ellos.
Aquella pandemia causó un impacto demasiado fuerte psicológicamente para la población. No es de extrañar que buscaran chivos expiatorios para explicar esa desgracia donde fuera.
Después de aquella devastadora enfermedad, muchos grupos y multitudes de personas se reunían en un renacer del sentimiento religioso. Gran parte de la sociedad se refugió en sus creencias religiosas durante las décadas siguientes.
Para unos pocos, la peste les había enseñado que la vida era muy corta y que tenían que disfrutarla mientras durara, porque no sabían en qué momento aquella "gran mortandad" iba a volver.
Pero en realidad, la peste se había labrado durante muchos años. Además de la presencia del bacilo "Yersinia pestis", también se atribuye a la crisis del sistema feudal. La clase alta se sentía a salvo de cualquier epidemia porque no eran pobres y podían alimentarse. Pero las tierras de cultivo cada vez eran de menor calidad, la malnutrición era evidente y la productividad había caído de forma paulatino.
La peste llegaría en un momento en el que la población no tenía grandes defensas fisiológicas, si hubiera sido al contrario quizás no habría provocado tantos miles de muertos, pero el bacilo llegó cuando el sistema inmunitario de la gente estaba muy debilitado.
En cuanto a la clase alta, se puede suponer como es lógico que tenían más defensas, estaban preparados para cualquier epidemia, pero no contra la peste.
Los alimentos se contaminaban por medio de las heces de las ratas y estos animales se encontraban en todos los sitios, desde un gran y lujoso castillo, hasta lo más bajo o la casa más humilde.
En las fortalezas se almacenaban los alimentos y lo que podía parecer un sitio seguro, era el más expuesto.
Nadie escapó a la Peste negra, ni por edad ni condición.
Se estima que murieron 25 millones de personas en Europa y otros 40 millones entre Asia y África.
La peste negra también ayudó al final de la Edad Media y comienzo del Renacimiento. Tanta pérdida de población produjo cambios muy grandes económicamente. La gente se movía de un lugar a otro y no permanecían en sus ciudades de origen. Ya fuera por la despoblación o por la escasez de mano de obra barata, se incentivó la innovación.
2 comentarios:
Hola Destylou.
Como te dije me he pasado para ver tu blog de historia.
Me parece interesante, y si me lo permites, quisiera añadir un par de cositas.
1-El bacilo que transmitía la enfermedad lo portaba un tipo de rata venida de Asia. En realidad, son las pulgas de la rata las que lo transmitían, cuando picaban a la gente.
Se deduce entonces que aunque alguien estuviera al lado de la persona afectada, no sería contaminada; pero... ¿quien no tenia pulgas en aquella época?.
2-La enfermedad por poco nos extingue como especie, pero "voilá", como por arte de magia apareció otra rata.... la rata gris, curiosamente también venida de Asia, y que fue la que frenó nuestra mortandad.¿Cómo?, pues.... se dedicaba a matar a esta primera especie de roedor que portaba ese bacilo en sus parásitos.
Saludos, Destylou. :-)
Hola Luix, gracias por visitar este blog.
Tus comentarios como siempre... increíbles ;))
Saludos!!
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